PEP COLL
Aunque cueste creerlo, en los Pirineos también pueden hallarse islas dispuestas a acoger robinsones. Son las llamadas fajas o gradas, unas franjas de tierra cubierta de vegetación enclavadas entre los despeñaderos y, en consecuencia, sólo accesibles a las aves y a los escaladores. En el verano del año 1837, el estudiante Ventura Mir, tras naufragar estrepitosamente en las tierras bajas, va a dar con sus huesos en una de esas islas y, solitario vocacional, decide instalarse allí definitivamente. Pero, pesar de su firme voluntad, no le resultará nada fácil: pronto tendrá que defenderse de todos aquellos que intentan rescatarlo «por su bien». No sólo su familia, su compañero de estudios o el gran amor de su vida, sino también todas aquellas ideologías que no toleran al individuo solitario Con El salvaje de los Pirineos, Pep Coll recrea una historia lúcida que lleva hasta las últimas consecuencias temas tan actuales como la relación del hombre con la naturaleza, la solidaridad con el Tercer Mundo y el derecho a v