NÉSTOR LUJÁN
Al igual que Samuel Pickwick, el inmortal personaje de Dickens, Néstor Luján fue un «viajero jocundo, alegre compañero, débil ante las tentaciones de la buena mesa y no menos frágil ante las solicitaciones del invisible espíritu del vino». Él también amó el viaje por el viaje. Cual explorador de incorruptible curiosidad, describe en Carnet de ruta sus aventuras por las cocinas de este mundo, en las que no faltan las incursiones literarias, los reiterados asaltos de la Historia, el alegre abordaje a otras culturas, las expediciones galantes y, ante todo, el gozoso deleite de descubrir y revelar refinadas tradiciones culinarias de civilizaciones cercanas o lejanas. En 1963, Néstor Luján inició en la revista Destino una sección semanal que llevó el nombre de Carnet de ruta y en la que se reservó un espacio dedicado a la gastronomía. Es innegable su calidad de pionero, en España, en semejante terreno, por aquel entonces desdeñado. En 1969 y 1970, Joan Perucho recogió e