JOSÉ LUIS SANZ GARCÍA
El lector tiene en sus manos una historia apasionante: la de la búsqueda del pasado remoto a través de los fósiles de dinosaurios y la de los hombres que los descubrieron y divulgaron. Desde los pioneros que dieron los primeros pasos hasta los más recientes hallazgos este campo de la paleontología, por las páginas de Cazadores de dragones desfilan los británicos William Buckland, Gideon Algernon Mantell y Richard Owen, que dieron la buena nueva de la existencia de fósiles de dinosaurios; los norteamericanos Othniel Charles Marsh y Edward Drinker Cope, que se embarcaron en una guerra por dilucidar quién descubría más dinosaurios, con Bufalo Bill, los sioux y la fiebre del oro como invitados estrella; el gángster neoyorquino que enterró réplicas de huesos de dinosaurio en Central Park; el barco con una valiosa carga de fósiles hundido por la armada alemana durante la Primera Guerra Mundial; el paleontólogo, aristócrata y espía Franz Nopcsa von Felsö-Szilvás, que quiso autoproclamarse rey de Albania; el aventure