DE BONO, E.
La gente suele gastar grandes sumas de dinero, muchísimo tiempo y considerables esfuerzos a la hora de alcanzar y conservar la belleza, y sin embargo, a pesar de que lo merece aún más, pocas personas dedican un empeño similar a ser más interesantes. Pues bien, Edward De Bono, en su nuevo libro, demuestra que cualquiera puede adquirir esa aptitud crucial, que incluso las personas corrientes pueden resultar tremendamente interesantes, y que la clave no es tanto ser muy inteligente como tener una mente despierta y fértil, con ganas de hacerse muchas preguntas y, sobre todo, jugar con las ideas. Para ilustrar todo esto, el libro reúne casi setenta cuestiones que se plantean como ejercicios abiertos y desafiantes. ¿Qué alimento, fruta, animal o edificio usaría usted para describir a Napoleón o a Madonna? ¿Qué le parecería cobrar impuestos a los obesos, pagar una pensión de jubilación a los poetas o hacer contratos matrimoniales por diez años? ¿Qué sucedería si los jueves no hubiera televisión? Al trabajar con este