EDWARD JAY EPSTEIN
Cualquier aficionado al cine tiene algo más que la sospecha de que el Hollywood clásico, la «fábrica de sueños» de las décadas treinta a cincuenta del siglo pasado, ya no es lo que era, y no sólo porque el glamour y el ingenio de aquellas películas hayan pasado a mejor vida, sino porque las estructuras económicas e industriales que los sustentaban los grandes estudios, los magnates de épica biografía, las lujosas salas de estreno, los pequeños cines de sesión doble han desaparecido también. Edward Jay Epstein da cuenta de ese cambio con una documentación exhaustiva, que combina la anécdota y el detalle esclarecedor con una información tan rigurosa como amena. Si, en la «edad dorada», el dinero de la industria procedía casi en exclusiva de una sola fuente la taquilla, hoy en día las películas no suponen más que un mínimo porcentaje de los ingresos de un universo mediático dominado por seis grandes conglomerados empresariales Sony, Time Warner, Disney, Viacom, NBC Universal y News Corporation. Los ingente