MANUEL VALLS
Quizá sea en la actividad erótica en la que el hombre más haya estimulado a la vez y con mayor creatividad, todos y cada uno de sus 5 sentidos. Desde las más remotas civilizaciones, la humanidad ha acompañado sus rituales amorosos y sexuales de toda suerte de sonidos, acordes, ritmos, músicas y cantos. La atmósfera de desorden y turbulencia inductora del erotismo transmite a la música toda su carga engendradora, y ésta, a su vez, animada de esta energía, avispa la imaginación erótica. Cual perfecta pareja, el uno se alimenta de la otra, y a la inversa. Pero, como veremos, lo curioso y triste es comprobar cómo, al final de esta dilatada, aventurosa y compleja historia de la evolución de la música en el abrazo de Eros, al parecer, se ha desaprendido todas las sutiles enseñanzas del pasado, aun del más reciente : el erotismo ha dejado lugar al sexo, y la música, su inseparable compañera, a la percusión. . . Con este libro, Manuel Valls, al instruirnos de lo que constituye, en