DIANA LOPEZ VARELA
Desde que Eva se comiera la manzana prohibida hasta que empezó a pasearse en pelotas por los programas de televisión han pasado milenios, pero la igualdad efectiva entre hombres y mujeres sigue siendo una utopía. A pesar de que el movimiento feminista ha conseguido avances fundamentales para el desarrollo de una sociedad justa, en España la legislación no protege lo suficiente a las mujeres y muchas leyes se construyen sobre la larga sombra del patriarcado. El cuerpo femenino se sigue sexualizando, cosificando y utilizando como reclamo publicitario. El amor romántico aparece dibujado, en libros y películas, como la máxima aspiración vital para la mujer, aquella que dará sentido a su vida. Mientras, los gobiernos de derechas tratan de penalizar el aborto y en la intimidad del hogar persisten el maltrato y los asesinatos. Internet se ha convertido en caldo de cultivo de la misoginia y la tan publicitada «guerra de sexos» se juega ahora entre conceptos tan creativos como el de las «locas